Medellín, 06 de julio de 2013

En la Red de Colectivos de Estudio en Pensamiento Latinoamericano (Red Cepela), consideramos que la protesta es, en definitiva, una forma de participación política constitutiva de toda sociedad democrática y que ésta se ha convertido en la vía que encuentran diferentes sectores para dar visibilidad a sus reclamos, la vemos como el ejercicio colectivo de la libertad de expresión, amparada dentro de nuestra Constitución Política.

Por este motivo, consideramos que las expresiones y manifestaciones de protesta de los campesinos, que convulsionan por estos días la Región del Catatumbo, son demandas legítimas por derechos insatisfechos y que el estado debe tener la capacidad para articular y procesar dichas demandas y traducirlas en el reconocimiento de los mismos.

Apoyamos la exigencia que hacen los campesinos de aprobar sin más largas la ZRC del Catatumbo, que desde el 2011 está en trámite ante el Incoder; repudiamos la respuesta estatal a las manifestaciones por medio de la fuerza pública y la criminalización, desconociendo los estándares básicos en materia de derechos humanos; rechazamos la estigmatización de sus voceros y exigimos una voluntad real del Gobierno para dialogar con los campesinos y garantizar sus derechos.

Además, pensamos que es necesaria la pronta revisión y aprobación de las demás ZRC que se han solicitado ante el Incoder; que el Gobierno de muestras evidentes de su voluntad para la formación de las mismas, reevaluando el nivel de formalismos y requisitos a los que se ven sometidas las asociaciones campesinas, equiparando estos procedimientos a los que deben realizar otro tipo de figuras para su conformación como las Zonas de Desarrollo Empresarial o las Zonas Francas.

(Para conocer más sobre estas tres figuras, la tendencia del gobierno ante una u otra  y un contexto más amplio sobre la ZRC del Catatumbo visite este link:   )

Por otro lado hacemos un llamado a todos los colombianos a conocer más sobre esta situación que viven los campesinos, no sólo en el Catatumbo sino en todas las regiones del país, solidarizándonos con su causa, que también debe ser nuestra causa. Apoyar su impulso y organización al exigir sus derechos, a detener la estigmatización y en contrapeso, visibilizar esta lucha y sus reclamos, dignificar su papel dentro de nuestra sociedad y garantizar así que nuestros campos no se conviertan en “campos sin campesinos”.

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