Acuerdos; una ventana de participación
En la mañana del Lunes 19 Pablo Catatumbo rindió declaración a los medios en la que reafirmó el respaldo que todas las unidades y estructuras de las FARC han manifestado al Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera. En este sentido, relató que la principal preocupación que han manifestado los militantes de la insurgencia ha sido la persistencia del paramilitarismo y las garantías para los combatientes una vez dejen las armas.
Además del respaldo a los acuerdos, el comandante insurgente contó que la discusión en la Conferencia se ha centrado en el proceso de transformación del movimiento guerrillero en una organización política legal. Los comandantes aún no revelan muchos detalles de la discusión, sin embargo, Catatumbo señaló que se conservarán los valores políticos de las FARC, específicamente, la lucha contra la corrupción, la construcción de democracia y el respeto por el pensamiento diferente.
En horas de la tarde, Pablo Catatumbo volvió a presentarse ante los medios para contar los rasgos generales en los que se desarrolló la discusión del día. Hasta ahora, los comandantes insurgentes han sido reiterativos en señalar que todas las intervenciones dentro de la Conferencia, tanto los pronunciamientos de cada bloque como los individuales, han sido unánimes en el apoyo al acuerdo logrado con el gobierno nacional. No obstante, al ser preguntado por las posibles disidencia al acuerdo, enfatizó en que históricamente las FARC han demostrado un liderazgo fuerte y unidad en toda su estructura, y que la única disidencia que se ha presentado hasta el momento ha sido de un sector del Frente 1.
Explicó que el modelo de desarrollo no se abordó en la mesa de conversaciones ya que el gobierno se negó a discutir el tema. En este sentido, las políticas minero-energéticas no fueron objeto de acuerdo entre las partes. No obstante, manifestó que “Los acuerdos abren una ventana de participación para que la sociedad aborde los problemas del país”.
De igual forma, al ser preguntado sobre las ZIDRES y la política de tierras del actual gobierno, dijo que las FARC no se oponen a la modernización del campo ni a la agroindustria, pero que las mismas no pueden implicar una política agraria que pase por encima de los campesinos, enfatizó en que hay tierra para todos, pero hay que darle tierra al campesino.
Una de las principales preocupaciones dentro de la mesa de diálogos fue el paramilitarismo, al respecto del cual se acordaron varias medidas tendientes eliminar el uso de las armas en la política. De igual forma, señaló que debe reorganizarse el Estado bajo un nuevo concepto de orden público, de tal manera que desmantelen las mafias en el país, y que se implementen políticas sociales que eviten que la exclusión se convierta en criminalidad urbana.